Este verano hará tres años que no leo noticias. Ni periódicos, ni telediarios, ni noticias en Internet… ¡Y sigo vivo!. Es inevitable oír en una cafetería que se cambió de presidente del gobierno, pero, no escucho ni las noticias de la radio. En este post voy a intentar justificarlo e invitarte a que hagas lo mismo. La pregunta básica es: ¿para qué leer noticias?
Antes pasaba horas leyendo o escuchando noticias y todavía más horas hablando de ellas con el único objetivo de estar bien informado. ¿Merecía la pena esa inversión en tiempo? Las noticias, por definición, tienen una fecha de caducidad muy rápida y, debido a que son baratas de distribuir y producir, su cualidad dudo mucho que se mantenga.
Cuando leía las noticias, a lo mejor a ti te pasa lo mismo, tenía una presión enorme por estar bien informado, estar al día del último chanchullo, de la penúltima gracia de Trump o la guerra que esté “de moda” (no intento banalizar las guerras, simplemente su manipulación de que salgan a la luz en los medios según a quién le interese), el problema es que hay demasiada información y eso se convierte en una pelea imposible de ganar.
Investigando he encontrado cuatro problemas en la forma en la que se consumen las noticias hoy en día:
Primero: Las noticias nos encuentran. Antes corríamos al quiosco o esperábamos la hora en punto de la radio para enterarnos de los últimos acontecimientos. Hoy con avisos, alertas, mensajes… las noticias nos encuentran, en tiempo real.
Segundo: Las noticias son muy baratas de producir, y cada vez más da igual si son verdaderas o no. Millones de blogs, diarios digitales, etc. necesitan producir cientos de noticias al día para tener algo de visibilidad en la cada vez más densa red. Eso hace que disminuya, y mucho la veracidad y calidad de estas.
Tercero: Los productores de noticias quieren secuestrar nuestros cerebros generándonos ansiedad para que estemos a la última que sale.
Cuarto: Los productores de noticias tienen muchísima competencia, así que han adoptado el modelo de dar noticias gratis. Pero siguen teniendo gastos de personal, de producción, etc… entonces la forma de acometerlos es a través de la publicidad. Y entonces se crea un doble interés. Por un lado, el que paga la publicidad puede querer manipular la noticia, y por otro lado, lo único que le interesa es cuántos clics han hecho sobre la página en la que está su anuncio. Esto último hace que las noticias cada vez sean más sensacionalistas buscando, no la verdad, sino la audiencia. (Así tenemos la televisión que tenemos).
A donde quiero llegar es que lo que estás leyendo hoy online no tiene ningún valor. No es importante para tu vida, no aporta a tu felicidad y no te va a ayudar a tomar mejores decisiones. Ni siquiera te va a ayudar a comprender el mundo o a conectar con otras personas de una manera más profunda y trascendente. Lo único que consigues es alterar tu estado emocional enfadándote por lo que lees y trasladarlo a tus amigos, conocidos y compañeros de trabajo.
El Corte Inglés está diseñado para que te pierdas un poco dentro y deambules por el edificio con la esperanza de que veas y compres muchas más cosas de las que necesitas. Por eso no hay ventanas (así pierdes la noción del tiempo y nunca se hace tarde) las salidas no están bien señalizadas y las escaleras parecen distribuidas arbitrariamente por la planta. Consiguen así que te quedes más tiempo y no vayas a otro sitio. Eso es exactamente lo que hace Facebook, casi tomando por asalto tu ordenador, para que no salgas de la Red.
Lo peor de todo es que, como ya sabemos que no podemos estar bien informados de todo, intentamos parecer que sí lo estamos. Estar bien informado no tiene nada que ver con regurgitar fragmentos de noticias que hemos ido cogiendo aquí y allá. Cuando consumes noticias, lo único que haces es dejar que alguien secuestre y manipule tu atención, y además les estás dejando pensar por ti. Tu atención y tu tiempo es muy importante, entonces, ¿por qué lo empleas en noticias que van a ser irrelevantes en cuestión de pocos días?
Mi humilde consejo es que leas solo aquello que resista al paso del tiempo, aquello que añada valor a tu vida, que te haga crecer y pensar por ti mismo. Lee aquellos libros que después de 20 años siguen saliendo nuevas ediciones.
No temas estar en silencio con tus pensamientos. No rellenes los tiempos muertos con el móvil. Hazte preguntas poderosas, profundas, y no dejes que el aburrimiento te mueva a distraerte.
Y para predicar con el ejemplo, si este blog no añade valor a tu vida, bórrate inmediatamente, habrá otros que sí lo hagan.
Muy interesante reflexión, la comparto en parte, pero creo q hay q estar informado, el problema es encontrar una buena fuente d información.
Si, el problema es que eso consume tanto tiempo que he decidido cortar por lo sano.
Bienvenido al club! yo hace 15 años que no leo noticias ni veo telediaros! Ensucian la mente y crean negatividad en los pensamientos! Si es inevitable enterarte de las noticias por los demás… al menos nos proporciona tiempo y bienestar Un abracito Juan! Mercedes
Gracias Mercedes, un beso¡¡¡