Para terminar el año bien, he descubierto que soy un psicópata. Según un artículo publicado en Muy Interesante, hay 10 rasgos de la personalidad que califican a una persona como psicópata, y … ¡Acabo de constatar que los tengo todos!
1 Falta de empatía. Esto es no poder sentir lo que sienten los demás. Así es, cuando me cuentan un episodio emocional, lo primero es intentar no escucharlo, pero si lo hago, me cuesta la vida intentar entender las emociones que está sintiendo la persona. Ya tengo bastantes dificultades intentando entender las emociones que siento yo.
2 Poder de manipulación. Es la capacidad de reconocer de qué cuerda debes tirar para engañar, manipular… Si, mea culpa, me considero suficientemente inteligente (aunque no se si eso tiene alguna relación con la inteligencia) para tener ese conocimiento, y, porqué no, usarlo de vez en cuando. Persuasión, manipulación… ¿dónde está la línea?
3 Irresponsabilidad. Comportamiento impulsivo, irresponsable, sin admitir errores y con la capacidad de volverse iracundo si se les acusa de algo. Remito la contrastación de mi personalidad en este punto a mis padres y , ex jefes y ex parejas.
4 Narcisismo. Esto es verse a si mismo como más inteligente (repasar el punto 2 como prueba), más poderoso, mas valioso que cualquier otra persona. Bueno, como disculpa tengo que decir que soy de Bilbao.
5 Mentirosos patológicos. Los psicópatas tienden a mentir continuamente y sus vidas conforman una tela de araña de engaños, falsedades y adulteraciones de la realidad. Esto reconozco que no lo hago mucho (o quizá esté mintiendo al escribirlo. Si soy un mentiroso compulsivo ¿cómo vas a saber si no te estoy mintiendo al decirte que no lo soy?
6 Encanto superficial. Los que me conocéis no dudareis ni un instante de mi encanto, buenas maneras, sentido del humor y afabilidad. Lo de superficial…
7 Falta de remordimientos. Esto es no sentirse culpable por lo que hacen o el dolor que infringen a otros. Yo duermo muy bien por la noche y eso a mi edad es, o que estoy muy satisfecho con mi vida y con mis actos, o una falta absoluta de conciencia.
8 Se aburren con facilidad. Por eso necesitan sobredosis de adrenalina. Mi dosis la consigo conduciendo en moto por Madrid, el resto del tiempo disimulo mi aburrimiento leyendo, escribiendo o viendo pelis.
9 Acoso o Bullyng. Los psicópatas disfrutan ejerciendo su poder sobre los más débiles. Quizá no de forma física, pero mental …
10 Poder y control. Todo debe hacerse de la manera que desean. Autoritarismo puro y duro, oui c’est moi.
Bromas aparte, (o quizá no es tan broma), resulta duro comprobar la delgada línea roja que nos separa de un psicópata. ¿Cómo lo llevas tu?
Para disfrutar de pura ironía británica, mezclada con inteligentes preguntas y reflexiones profundas, te invito a leer el libro de Jon Ronson ¿Es usted un psicópata?, un viaje a través de la industria de la locura, publicado por el Ediciones B. Como no podía ser de otra manera la conclusión es que hay muchos más psicópatas de los que nos gustaría creer.
Desde la caja 
Hola Jon, pues parece muy interesante el libro. Mi locura se encamina más por la neurosis q la psicópatia. Las emociones me encantan y me revuelvo en ellas. Será interesante aplicar la información del libro al mundo laboral, donde es más factible q el psicópata aparezca como parte de los conflictos en las relaciones laborales. La pregunta q me surge es: ¿ en el mundo laboral triunfan los psicópatas o las mentes sanas?. Un abrazo, aunque no se, si a los psicópatas les gustan. 😋
Jaja, creo que si
He alucinado mucho con tu post. Nunca hubiese imaginado que tú tuvieses tantos puntos en común con los psicópatas. Si te identificas tan bien en esas descripciones, señal que has descubierto tu personalidad. Enhorabuena por ello. Según el DSM (Manual diagnóstico de los transtornos mentales) todos estamos catalogados en alguno. Nadie se libra!, aunque yo disto mucho de ser un psicópata. Una pregunta ¿puedes amar de verdad o es imposible para ti? No vale mentir jajaja…
Pregúntale a Yolanda jajaja
Por lo que sé creo que sí, no obstante, cuando encuentre un momento oportuno, le preguntaré jajaja
Madre mía Jon, ya me has dado la Navidad, jajaja mira tu por donde también tengo bastantes puntos de psicópata, y mientras yo con estos pelos. Feliz Año y me haré con el libro para confirmar las sospechas. Un beso de esta que lo es
Jaja hola Maria Jesús, Frliz Año y gracias por leer el post. Un beso!!!!
Jon, permíteme darte mi opinión:
No resulta banal dicha categoría. Está bien, tomarse la vida menos en serio, pero si preguntas a quien ha estado bajo sus efectos (abuso familiar -económico, sexual, intelectual, emocional…- abuso laboral, etc), te podrá indicar cuán profundo es el pozo en el que te sumerge la experiencia y por ende, lo que cuesta (tiempo, dinero y recursos mentales y físicos) salir de ello.
– Un psicópata difícilmente se autodenominará psicópata
– Un catálogo de clasificación de ´trastornos´de la («tercera capa») personalidad (DSM o el CIE) es una herramienta para entender las motivaciones, actitudes y conductas de los ciudadanos de este mundo
– Sobre el tema de la psicopatía existe desgraciadamente, muchísima desinformación. Incluso para la gran mayoría de los «especialistas» en salud mental, es un mundo poco habituado (son «especiales»: el 3% de la población podría clasificarse con esta denominación). No obstante, la sociedad actual, está alimentando su semilla
– Al contrario de los psicópatas primarios (aquellos que cruzan la línea del delito, y que aparecen en la tele por ejemplo) los psicópatas secundarios o integrados siempre (aquellos que no lo hacen porque se quedan en la alegalidad o amoralidad) salen indemnes
– Recomiendo la lectura de «Amor Zero» un excelente «diario» de lo que significa tener a un psicópata integrado en tu vida. Su autor es Iñaki Piñuel, y como él, estoy de acuerdo con la frase de Robert Hare: «Si tienes un psicópata en tu vida, corre!»
No me extenderé mucho más. Simplemente, estoy de acuerdo contigo en que hay muchos más psicópatas de los que nos gustaría creer. Desgraciadamente, es su decisión ser así. Sí es nuestra responsabilidad salir de ahí, cuando tomamos consciencia de ello. Pero a veces, es demasiado tarde.
Gracias Ana por arrojar luz sobre este delicado tema